Hershel “Krusty el Payaso” Krustofski ha experimentado un sinnúmero de puntos muy altos y puntos muy bajos en su larga carrera como uno de los artistas más amados en Springfield. Ha ganado premios, el aplauso de legiones de jóvenes admiradores y millones de dólares, a través de los lucrativos productos y la promoción de la marca “Krusty”. Pero estos éxitos han tenido un costo elevado: Krusty ha sido arrestado por asalto a mano armada (fue exonerado cuando se demostró que le había tendido una trampa Bob Patiño), se declaró en bancarrota y vio vender sus bienes en subasta, ha experimentado el doloroso alejamiento de su padre, quien deseaba que Krusty fuera un rabino. Tal vez no deba sorprendernos que en su camino hacia la cima (y hacia el fondo, para volver a subir) Krusty sufrió un ataque cardiaco que lo obligó a usar un marcapasos. A través de los buenos y malos momentos, Krusty ha enfrentado a la vida con su enorme y cautivadora sonrisa. Principalmente, porque esa sonrisa está pintada.
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